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El Consumismo del Mensaje



Publicación en el diario El Norte El consumismo no es únicamente de productos sino también de mensajes. La publicidad comercial a través de los Medios Masivos de Comunicación: Prensa, Radio y Televisión, es la responsable de este tipo de efecto. En la sociedad de consumo estamos bombardeados por gran cantidad de mensajes, lo cual provoca el consumismo de éstos. Una de las causas es debido a que las técnicas publicitarias cada vez son más sofisticadas, la estructuración de campañas ayuda a impactar a través de los Medios Masivos de Comunicación a grandes sectores de la población.

La televisión entonces juega un papel fundamental para que se de ese impacto. Ahí la estructuración del mensaje en las campañas publicitarias comerciales cobra un sentido de consumismo al contener atractivos colores, música, modelos bonitas o guapas, efectos especiales, etcétera.


En una palabra, el contenido incita al consumo por el consumo a través del manejo de necesidades primarias en el individuo tales como sed, hambre, aceptación social, sexo, entre otras. Estas aparecen en su generalidad simultáneamente en el mensaje. Es frecuente ver el uso de estereotipos sexuales femeninos o masculinos: mujeres "bellas" hombres sexies, mujeres amas de casa, en fin, mensajes más atractivos que el producto en sí. Esto hace que el televidente consuma una gran cantidad de mensajes cuyos efectos pueden ser desde el rechazo total del producto hasta la aceptación casi incondicional para consumir los bienes de una forma casi irracional. Siendo esta última la más nociva tanto en el área psicológica como económica de los individuos y familias. La forma de consumo de mensajes publicitarios por televisión es particular, estos se encuentran inmersos entre las emisiones y dentro de las mismas. Podemos observar que con los controles remoto de las televisiones modernas la posibilidad del telespectador de "cambiar el canal" cuando vienen los "comerciales" es sumamente elevada. Sin embargo, esto no significa que el televidente no consuma otros mensajes publicitarios mientras "cambia el canal", es por esto que el ser publicidad comercial por televisión, es casi inevitable.

Existen además en las emisiones de Televisión mensajes publicitarios no comerciales, en los cuales se incita al consumo de más emisiones que se publicitan como divertidas, amenas y hasta necesarias para el entretenimiento. En ellas se da una descripción somera de la misma en tanto contenido, se muestran imágenes, y se dice la hora de difusión. Este sería entonces otro ejemplo de consumismo de mensajes. A nivel cuantitativo podría ser interesante realizar un análisis entre cadenas de televisión para comparar la cantidad de publicidad comercial respecto a la de la emisión en los horarios A, AA y AAA. Sin embargo, quizá no se llegaría a descubrir nada nuevo. Ya se tienen medidos estos horarios económicamente para vender a los patrocinadores la publicidad a mayor costo en horarios donde la audiencia es también elevada.

A pesar de esto existe otro punto de vista a nivel cuantitativo, el factor repetición. La repetición una y otra vez del mismo mensaje publicitario emisión tras emisión, y esto resulta verdaderamente redundante: "compre, compre, porque es una maravilla, justo lo que a usted le faltaba". De aquí regresamos a mencionar el factor cualitativo, es decir el contenido de los mensajes publicitarios, estereotipos sexuales, sociales, manejo de necesidades primarias, etc. El efecto que estos mensajes pueden tener en el telespectador no se debe a la cantidad o al contenido de una forma aislada, por el contrario, la repetición y el contenido son las dos características de la publicidad comercial para impactar al público cautivo de las emisiones televisivas.

Entonces podemos afirmar que existe en el televidente un consumismo de mensajes publicitarios.


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